LOS MUNDOS DE LA
VIOLENCIA
ALEJANDRO URIBE BEDOYA
alejosuave@hotmail.com
El autor es un escritor e historiador que fue expulsado de varias instituciones de Colombia por sus conocimientos sobre el fascismo. Él fue expulsado de la FLACSO sede México por profesores franquistas españoles y argentinos que le impidieron graduarse como maestro en Ciencias Sociales. Fue vetado en la Universidad Tecnológica de Pereira y expulsado de varios colegios entre ellos el Colegio “Manuel Elkin Patarroyo” de donde lo licenciaron por crear un cine-club antifascista, del Colegio Aquilino Bedoya por defender las comunidades indígenas y del Colegio Agustín Nieto Caballero por crear un sindicato de educadores por contrato. Él ha sido adoptado como refugiado político por el Estado de Ginebra en Suiza y allí continúa sus estudios sobre la sociedad colombiana.
Hablemos
ahora de la violencia y específicamente de una nueva teoría que hemos
construido y que la desarrollamos en un ensayo denominado “La construcción
social de una cultura humana”; nosotros partimos del hecho de que la violencia
es un fenómeno connatural de la especie humana; es decir, representa uno de los
tantos arquetipos con los cuales los hombres nacen; un arquetipo representa una
pauta de comportamiento, vemos como un ave es capaz de construir su nido y
absolutamente nadie le enseña a hacerlo, ella nace con ese aprendizaje inmerso
en su instinto natural, nosotros nacemos con una triada de arquetipos que
conserva nuestro estado natural de salvajismo: la violencia, el utilitarismo y
el egocentrismo.
A
esta triada denominémosla la del hombre culturalmente simio, que es el
comportamiento natural del hombre salvaje, de ese viejo simio del que nosotros
provenimos y que sufrió un proceso de transformación hacia el homo sapiens; ese
viejo simio era una bestia, como el león, el chita, el tigre o el leopardo y
tenía una característica muy particular que lo hacia ser una especie violenta y
era que su necesidad de enfrentarse al medio natural de la época, lo obligaba a
ser un cazador, ósea, a ser una especie enfrentada a las demás especies; el
hominideo salvaje perseguía por llanuras, mesetas, montañas y valles sus cazas
de presa.
El
ser un animal carnívoro, le creaba la necesidad de ejecutar otras especies para
aprovechar el nivel proteico y vitamínico de la carne; ello le permitía
autoreproducirse como especie. En
"El mono desnudo" de Desmond Morris, "El papel del trabajo en el
proceso de transformación del mono en
hombre" de Federico Engels, "Los orígenes de la Civilización" o
"Qué sucedió en la historia" de Gordon Childe, encontramos la
singular importancia que ese viejo simio le dio a la cacería, ella naturalmente
es violencia, derramamiento de sangre, una ejecución; la impresión de tener que
asesinar una especie, verla desangrar y morir pudo haber sido el primer ejemplo
que abrió la pauta para que un hombre ejecutase a otro; el fenómeno de la
antropofagia convirtió al hombre en víctima de su propia cacería, pudo haber
sido también la primera manifestación de violencia entre hombres.
Las
especies vegetarianas son distintas, no intervienen violentamente al medio,
sobreviven del medio parasitariamente, no son naturalmente violentos, ni el
ganado, ni los venados intervienen
físicamente otras especies sino es para defenderse de ataques que las especies
carnívoras les proporcionan; de allí que la primera consideración a desarrollar
es que la violencia pertenece a un estado natural de la especie humana, que
todos los niños nacen siendo violentos, desarrollan la coacción, la aplican y
son precisamente las acciones pedagógicas humanas las que hacen que los hombres
se vayan ir transformando de hombres violentos a pacíficos, cuando ellas no son
lo suficientemente importantes como para detener esa bestia salvaje, ese
individuo será siendo un hombre violento; por eso la importancia de la
pedagogía y de la educación; hay que tener en cuenta que la educación, sus
características y sus objetivos dependen esencialmente de la forma de las
estructuras sociales capitalistas; el primer obstáculo es que este tipo de
sociedades necesitan de hombres violentos, todas las sociedades divididas en
clases sociales, donde existen fuertes relaciones de Apartheid social, donde se
presenta un férrea dinámica de la ley de la existencia segregada, necesitan
fundamentalmente de aparatos armados para poder reproducirse como tal.
Las
clases dominantes con sus ejércitos profesionales, desde la época del
esclavismo, sostenidos por las masas trabajadoras, buscaron defender a las
comunidades de las agresiones externas de otros pueblos, a mantener la
disciplina social interna, el control social y la dominación sobre los grupos
sociales, para sostener poderes imperiales o gobiernos y en nuestros días
también regímenes de partidos. Así, la
violencia es vital y fundamental para los sociedades divididas en clases, entre
ellas el capitalismo, , por eso el capitalismo no obvia la violencia como un
recurso; necesita de hombres violentos que sean capases de ejercerla.
No
se sabe en que momento de la historia se presentó la primera ejecución de un
hombre, la biblia acusa a caín de matar a su hermano Abel; más allá de estas
representaciones bíblicas es muy probable que los primeros hombres se
enfrentasen por dominios territoriales, por obtención de presas de caza de
incalculable valor; tribus que se disputaron de una manera violenta los
ecosistemas, así como se los disputan las fieras salvajes. Es probable que la primera guerra civil que
conoció el hombre fué la protagonizada entre el hombre de Neandertal y el hombre
de cromagñon en las postrimerías de la
sociedad primitiva; los cromagñones se caracterizaron por su salvajismo, fiereza y violencia, mientras los
Neandertales lograron desarrollar un espiritu sentimental que los asemjó mucho
al hombre humanos: loraban y enterraban
los muertos, pintaban y expresaban señales emocionales que se alejan del estado
salvaje puro. Finalmente el hombre de
Neandertal fué exterminado por los cromagñones y los hombres perdieron la
posibilidad de evolucionar prontamente hacia una Cultura humana.
Con
respecto a la violencia en la época de las sociedades capitalistas, esta nace
"chorreando sangre por todos sus poros", esta célebre explicación de
Marx, nos muestra como esta sociedad surgió en guerra violenta contra el
feudalismo; las primeras manifestaciones de violencia fue la colonización de
América y de Africa que fue supremamente sangrienta, como lo denunció Fray
Bartolomé de las Casas en su "Brevísima relación de la destrucción de las
Indias"; el narra como los españoles llegaron a América a hacer matanzas,
yp pienso que fué precisamente para
arrebatarles el oro y fortalecer las economías capitalistas en Europa, fueron
los bancos capitalistas y las grandes compañías manufactureras, las que
aprovecharon la colonización para alimentar los procesos de acumulación de
capital y desde que surgió el capitalismo en el siglo XV y XVI hasta nuestros
días, la historia ha visto pasar grandes períodos de masacres y guerras.
No
solo fue el descubrimiento de América, sino las revoluciones burguesas; cuando
las burguesías de Europa, habían asumido el control económico, se dedicaron a
obtener el poder político y eso lo hicieron a través de las guerras y
enfrentamientos violentos; la representación más sangrienta fue la Revolución
Francesa, en 1789, al lado de esta se presentaron otras en todos los países
europeos; después que las burguesías asumen el poder en la sociedad, la
violencia continúa entre ellas por el control territorial del mundo; vinieron
los enfrentamientos de la época de la revolución industrial, entre las grandes
naciones, Inglaterra y Francia; en el
siglo XIX se presentaron numerosas guerras, pero quizá la representación más
violenta y más diabólica del capitalismo, fueron las dos grandes guerras mundiales
del presente siglo; la guerra de 1916 y la de 1945 que fueron las expresiones
más violentas que conozca la historia humana, ellas llevaron a la muerte a una
inmensa cantidad de seres humanos; a ello agregamos las intervenciones
militares de las grandes potencias, especialmente Estados Unidos en el
continente americano.
A
lo largo del siglo XX, el apoyo de los Estados Unidos a las dictaduras
militares, en Chile, Uruguay, Argentina y Bolivia también en todo
centroamérica, fueron fuente de violencia; desapariciones, torturas,
asesinatos, actos tan crueles como los que ejecutaron los militares argentinos,
cuando lanzaban al mar desde helicópteros sus víctimas vivas para ser devoradas
por los, tiburones, practicas crueles sin parangón en nuestra historia. Durante las dictaduras militares fueron
asesinadas muchas personas inocentes; los Estados se convirtieron en actores
ultrarepresivos, movidos por la doctrina de la seguridad nacional de la
"Escuela de las Américas"; ello convulsionó la sociedad latinoamericana,
que generó inclusive un vicio inhumano en muchos latinoamericanos, el de ser
violento, o despreocupado frente a la violencia.
Lo
que nosotros denominamos la "Cultura de la muerte", es algo que hace
parte de la cotidianidad de los latinoamericanos. El capitalismo acostumbró al hombre a ser
violento y paradójicamente en las propagandas televisivas, llama a la paz y a
la cordura, impone publicidad muy
humanistas pero la realidad es supremamente violenta; no hay sociedad de
América Latina en donde no nos encontremos cotidianamente con los actos más
horripilantes de violencia; desde México hasta Argentina y en Estados Unidos,
en Europa, Asia y Africa, todos encontramos practicas de violencia que se salen
de lo común; el último escándalo,la guerra quimica en Siria,al lado de esta ha
habido muchas otras; el capitalismo, con la legitimación que le da a la
violencia convierte a muchos hombres en sanguinarios, ello ha generado una
involución a la época del salvajismo.
La
violencia está conectada a los otros dos elementos de la triada del hombre
culturalmente simio a que hemos hecho referencia anteriormente: egocentrismo y
utilitarismo. El primero, es una
necesidad vital del capitalismo, el necesita y requiere del individualismo, de
la ley del "sálvese el que pueda", que es la ley del Darwinismo
social. Ese egoísmo innato en nosotros
es lo que defienden muchos violentos; los narcotraficantes defienden sus
propiedades a capa y espada y son capases de hacer las peores ejecuciones
defendiendo sus intereses, las matanzas de Trujillo, en el Valle así lo
demuestra o los carrobombas del cartel de Medellín. En las muertes colectivas
se descuartizaron con motosierras una inmensa cantidad de personas; en ella
también participaron militares; fue una defensa fundamentalmente del
egocentrismo.
Las
Fuerzas Armadas se dedicaron por años a defender el egocentrismo de los
empresarios; esa manipulación que hace el empresariado del poder tiene como objetivo la hegemonía de la
economía; en latinoamérica, los militares se ocuparon de defender ese mundo
durante todo el siglo pasado. Además de la cultura utilitaria propia de él, el
utilitarismo es también un principio capitalista: “que gano con hacer esto o
aquello”, “necesito ganarlo todo”, “necesito para ni todo” son dichos comunes en
el ámbito social; ello genera disputas violentas: para mi éste territorio, esta
propiedad, estas mujeres y el que se meta se muere, así el otro este necesitado;
lo que interesa es defender la utilidad; el empresariado invierte en armas, en
la guerra para defender su estilo de vida.
Estos
modos de pensar son parte de la cultura del "hombre culturalmente
simio" que continúan presentes en nuestra cotidianidad, nacemos con ellos
y el capitalismo los explota y se aprovecha de esa naturalidad humana; a través
de la pedagogía, estimula la violencia, el egocentrismo y el utilitarismo y los
medios de comunicación son vitales para ello; a través del discurso televisivo,
la prensa y la radio se justifica la guerra; esas son acciones pedagógicas tan
negativas y regresivas, que lo que hacen es simplemente estimular esa cultura
simiesca, que se opone categóricamente a la cultura humana.
El
hombre culturalmente humano es el que tenemos que construir; es ese ser
pacífico, que detesta y odia la violencia, que supera esa bestia salvaje y se
atreve a interrelacionarse con el otro a través de mecanismos no coactivos, ese
anti-utilitario que no le interesa ni explotar, ni someter al otro para sacar
ganancias; él ve la utilidad como algo esencialmente social de lo cual se benefician
absolutamente todos; ese que no es egocéntrico, sino altruista, él que piensa
en los demás, en su papel en la sociedad
en beneficio de los demás.
El
capitalismo fracasó en su intento de crear una cultura humana; los humanistas
burgueses se equivocaron, el agitar la idea del fin de la historia nos pone de
presente que el Capitalismo no puede ser una sociedad alternativa a la cultura
del "Hombre culturalmente simio", porque la estimula; tenemos que
construir un nuevo tipo de sociedad en los principios antagónicos a los que el
capitalismo defiende.
Hablemos
ahora de la violencia en Colombia; la sociedad colombiana es capitalista y
dependiente, nosotros no estamos excluidos de esa interpretación que hemos
presentado, somos seres humanos y como tal nacemos con esas características de
egocentrismo, utilitarismo y violencia; nacemos siendo hombres culturalmente
simios.
En
Colombia las acciones pedagógicas contra la violencia, han sido supremamente
débiles, en el sentido en que ellas nunca estuvieron presentes en el aparato
educativo, hasta la década del noventa, cuando se presentan las cátedras de
violencia y democracia en los colegios; antes de ello se suponía que la rectora
moral del individuo era la Iglesia católica, entonces se pensaba que la cátedra
de religión servía para neutralizar ese hombre violento, incluir en el hombre
valores humanos que fuesen capaces de detener las manifestaciones de
agresividad; ello fue un fracaso porque no se puede esperar que una persona sea
antiviolenta o rechace la violencia, cuando se dedica simplemente a rezar
padrenuestros o a leer la biblia, más cuando ella es una narración de historias
supremamente violentas; desde la expulsión de Adán y Eva del paraíso, que es un
acto autoritario, pasando por la ejecución que caín hace de abel, la historia
de sansón, de David y Goliath; la misma historia de Jesucristo, todas son
historias de violencia; los muchachos a través de la religión aprenden a ser
violentos por el fenómeno de la extrapolación y aprendizaje desde el ejemplo.
Hasta
la década del noventa, en los colegios y escuelas se enseñaba eso; no existían
acciones pedagógicas orientadas a evitar el hombre agresivo; los mismos
maestros por años fueron ejemplos de violencia: "la letra con sangre
entra", es un slogan que recuerda un pasado en el que la coacción era
parte de la cotidianidad pedagógica; ello unido a una sociedad supremamente
utilitaria, militarizada, aceleró el problema y si sumamos a ello la pobreza
tan enorme en los campos y ciudades, nos encontramos con el empeoramiento del
asunto; la pobreza extrema genera violencia, manifestaciones delincuenciales,
prostitución, expresiones de coacción que Foucault denomina "ilegalismos
populares".
La
militarización es un mal ejemplo; el hecho de ver cotidianamente personas armadas,
amenazando con matar, herir o encarcelar si se actúa de determinada manera, se
violan las leyes constitucionales, no se hace lo que se tiene que hacer desde
el punto de vista del régimen, el individuo va reforzando su instinto violento. Si ve un policía armado y desde pequeño
aprecia un arma, aprende a utilizar las armas; hay otro factor mucho más
importante y es esa raigambre de la violencia en el hombre colombiano, que es
culturalmente violento debido a esa deficiencia de las acciones pedagógicas, pero
también al hecho de que en nuestra historia la violencia ha jugado un papel
supremamente importante en nuestra cotidianidad, en la vida política y en la
vida social del hombre; todo el siglo XIX fue simplemente la historia de las
guerras, durante el hubo nueve guerras civiles; comenzamos el siglo XX, con una
guerra civil, la de los mil días y después de 1948 a 1957 con la guerra
bipartidista, ella acostumbró a nuestros padres a ser violentos, ellos vivieron
la guerra, muchos de ellos ejecutaron personas, participaron de las masacres;
en esa época surgieron grandes bandoleros, como Mariachi, Peligro, Sangrenegra,
El Capitán venganza, Chispas, la mosca, la gata, zarpazo, el cóndor.
Nos
acostumbramos desde generaciones anteriores a ser supremamente violentos; no
fue solo el ejemplo de nuestros padres el que hemos heredado, fue también el
Estado. El Terrorismo de Estado a lo
largo del frente nacional hasta nuestros días, convirtió la autoridad oficial
en la protagonista de un sinnúmero de actos de terror que han sido un mal
ejemplo para la sociedad, porque a través de ellos aprendemos a ser violentos;
desde la operación marquetalia cuando el gobierno de Guillermo León Valencia
por enfrentar diez y seis guerrilleros, asesinó una inmensa cantidad de niños y
de población civil inerme, pasando después por los asesinatos de trabajadores
de los ingenios azucareros, de las empresas estatales que iban al paro y la eliminación física de estudiantes,
indígenas y campesinos de diversas regiones que también fueron asesinados. El Estado se convirtió así en un agente de
muerte y de el aprendieron muchas personas a disparar y a asesinar; el ejemplo
ha sido nefasto: "si el Estado hace eso porque no lo puedo hacer yo?".
Es
por eso que en Colombia hemos desde la época del Frente Nacional, presenciado
horripilantes masacres y de uno diez, la sensibilidad es de dos, las gentes se
quedan mayoritariamente calladas. No
solo fue la masacre de la Operación Marquetalia, las matanzas contra obreros
azucareros, pobladores urbanos, campesinos e indígenas, estudiantes y
profesores; en la década del setenta hubo masacres enormes, en cuyo marco
político estuvieron formas de gobierno profundamente autoritarias, legítimas
por estatutos de seguridad, estado de sitio, estatutos antiterroristas; el caso
más patético, es la masacre del Palacio de Justicia que demostró que en
Colombia, el Estado abiertamente y sin control comete las más detestables
fechorías violentas; recordemos que en el Palacio de Justicia se desaparecieron
un grueso número de personas y fue un acto público de desaparición, la gente
observó por la televisión, cuando salían los trabajadores de la cafetería y de
ellos nunca más se volvió a saber nada, los llevaron a las caballerizas de
Usaquén, allí los ejecutaron y simplemente los enterraron en fosas comunes.
Hay
desde la época de frente nacional dos grandes períodos de violencia, la
violencia hasta 1978 y después la del postfrente nacional de 1978 hasta
nuestros días; la primera es una violencia cuyo marco político es el bipartidismo,
un arreglo entre los Partidos políticos para gobernar, los partidos se
alternaban en el poder, las elecciones eran un proceso sin sentido, ya de antemano se
sabía quien iba a ganar, los Partidos se alternaban en el poder cada cuatro
años; el postfrente nacional derrumbó ese viejo país bipartidista y el país
desde el punto de vista del Sistema de Partidos se enrumbó hacia un Sistema de
Partido Hegemónico, muy parecido al de México (en donde todo lo hegemonizaba el
PRI); aquí el Partido Liberal cumplió las funciones del PRI, fue durante años
el partido hegemónico, el creó una dictadura unipartidista, todo giró en torno
al Partido Liberal, las elecciones siempre las ganaba él. Excepto en 1982 y 1998 en las elecciones para
la presidencia, el liberalismo siempre ganó hasta el 2002 el debate electoral,
los nuevos caudillos que crearon el uribismo surgieron todos del Partido
Liberal; los dos presidentes conservadores(Betancur y Pastrana) ganaron las elecciones con un fuerte apoyo
liberal.
El
Partido liberal fue dominante en todo por décadas; es mayoría en la cámara, las
asambleas departamentales, en los concejos y las alcaldías de las grandes
ciudades; Colombia ya no es un país bipartidista, la violencia ya no tiene ese
contexto. Si durante el frente nacional
se presentó la pugna entre el Estado, expresado en los dos partidos
tradicionales y los grupos de izquierda, por mantener y reproducir ese frente
nacional, ahora el conflicto es mucho más complejo, es contra una dictadura
partidista, que surgió de los liberales y que en el siglo XXI se expresó en el
uribismo. Este es un foco perturbador de violencia ya que
tiene muchas consecuencias, la primera es que se ha creado un verdadero
Apartheid político, ósea, la exclusión de un grueso número de partidos del
poder, las minorías son excluidas, es muy poco el espacio que se les brinda en
los medios de comunicación; el Partido liberal tuvo hegemonizada la televisión, lo más importante que son los
noticieros, sus herederos, los uribistas hacen hoy lo mismo, por ejemplo con la
prensa que también es partidista, ellos practican también el monopolio del
Senado y la Cámara, lo que le permite diseñar las legislaciones electorales a
su amaño para ultraprotejer ese Sistema de Partidos; hegemoniza las Asambleas
departamentales, las alcaldías municipales y con ello el control del Estado, de
los recursos, de la burocracia.
Es
por ello que la pugna violenta por el poder en Colombia tiene ese transfondo,
un sector liberal muy importante estuvo comprometido con los grupos paramilitares,
grandes dirigentes del Partido Liberal han sido forjadores de grupos
paramilitares, Pablo Escobar, dirigente Liberal antioqueño, creador del MAS,
Pablo Emilio Guarín, hoy desaparecido, dirigente paramilitar del Magdalena
medio; Uríbe Vélez, José Manuel Arias Carrizosa; sin contar con un grueso
número que han sido abiertamente defensores de los paramilitares; multitud de
liberales estuvieron involucrados con los grupos de sicarios de las AUC e hacieron
parte de la guerra financiándolos o apoyando la creación de leyes que lo
favorecían, fortaleciendo el militarismo; se ahonda con ello la alianza entre
el sector político y los militares para defender un Sistema de Partido
hegemónico; los dirigentes liberales apoyan a las Fuerzas Armadas, ellas han
cometido las peores masacres y nunca han sido juzgadas seriamente ni se
hanprotagonizado grandes reformas alrededor de ellas; han sido muy pocos los
artículos constitucionales que han regulado la actividad de los militares,
recordemos que la nueva constitución en absoluto tocó el ejército colombiano y
la influencia del Partido Liberal fue vital para que no fuesen tocadas sus
estructuras, el fue mayoritario en la Constituyente.
Hablando
de las grandes masacres del ejército, como la del Palacio de Justicia, la de
Segovia, Trujillo, Fusagasugá, Riofrío, San Rafael, El Castillo, Honduras, la
Negra y el tomate o la de tres esquinas; son masacres extremadamente crueles en
las que participaron directamente los soldados del ejército; podemos
preguntarnos, qué hizo el Partido Liberal por regular esa violencia? nada, por
el contrario, se quedó con el espacio
político de los asesinados, en el Senado alimentaron el presupuesto para el
militarismo a pasos agigantados; hubo períodos en los que se crearon bonos de
guerra, que después tomaron el nombre de bonos de paz; se ha alimentado
fuertemente el paramilitarismo, ese ha
sido un de los grandes caparazones que ha protegido este Sistema de Partido
Hegemónico; el otro es la manutención de una formula electoral que favorece ese
hegemonismo, la mayoría proporcional esta siendo revisada en muchos sistemas
políticos y lo que se está imponiendo son formulas electorales que estimulen el
multipartidismo; ha jugado también un papel muy importante el control de los
recursos estatales y con ello del clientelismo.
El
utilizar el Estado para reproducir el hegemonismo partidista a través del
tráfico de influencias o la corrupción, es otro de los problemas que trae
aparejado el Sistema de Partido hegemónico y solo se ha atacado televisivamente,
los corruptos fueron del Partido Liberal, ellos administraban el Estado; es difícil
que ellos se autocastigaran, por eso asumieron una actitud tolerante frente a
la violencia y la corrupción; hasta el mismo contralor general Francisco
Becerra que denunció con ahínco la corrupción fué encarcelado por corrupto.
Esta claro que con todo ese poder poco le importó a los liberales abrir el
espacio para la creación de una democracia multipartidista en Colombia, que
sería una alternativa importante hacia el equilibrio; si se busca este, el
Partido Liberal debió renunciar a parte de su poder, creo que mejor estuvieron
dispuestos a hacersen matar por ello, o a matar, como lo han hecho. El Partido
Liberal aprovechó mucho la guerra sucia contra la Unión Patriótica, en aquellas
partes donde esta triunfó, el Partido Liberal creció y se hizo a la cuota
burocrática de los asesinados. La guerra
contra la izquierda pacífica fortaleció la dictadura unipartidista.
Sin
lugar a dudas hay elementos políticos que alimentan la violencia, entre ellas
las actitudes de los gobiernos con respecto al ejercicio del poder;
generalmente nos encontramos con tres modelos de éste, por un lado, los
democráticos, en los cuales se da prioridad al pluralismo, la competitividad,
la autonomía, la participación, la discusión, el consenso, el respeto a la
desobediencia civil, la igualdad y otros tópicos que definen la palabra
democracia; en segundo lugar, el autoritarismo, donde se limitan estas
cuestiones y el totalitarismo donde se restringen; en relación con el tema de
la violencia y la paz, el fenómeno puede entenderse mejor mediante las
siguientes gráficas:
El
número uno, se refiere a la relación del totalitarismo con las variables, este
tiende a incrementar la violencia y a generar sociedades más inestables; el
número dos que representa el autoritarismo, señala que a pesar de que existe
menor posibilidad de violencia, esta siempre está presente y disminuye
fuertemente cuando los gobiernos son más democráticos.
Esta
otra tabla nos muestra las ventajas de la democracia en el proceso de
disminución de la violencia, e inclusive la caracterización de cada uno de
regímenes de acuerdo a determinadas variables que ponemos en discusión. Los países
como Colombia, los podemos caracterizar
como sociedades autoritarias, por la forma que en nuestro país toman esas
variables. Hay un segundo elemento que además de político es económico, después
del frente nacional el país profundizó el subdesarrollo, hablando de él no como
la disminución del PIB, sino como el aumento cada vez más amplio de los niveles
de pobreza; la pauperización paulatina de la clase media; Colombia es un país en
donde, desde la época post-frente nacional, la clase media se ha ido perdiendo;
a lo largo del gobierno de Pastrana la
pobreza aumentó del 45 al 55%, se denunció un millón de pobres más, esa ruina
de la clase media y de los sectores populares, es un factor de violencia muy
grande, que impidió el buen desarrollo de los diálogos del Caguán, porque mucha
gente no tuvo alternativas y ello generó ilegalismos populares, que ahondaron
más las cifras de violencia.
Digamos que la ley de la existencia segregada,
esta golpeando fuertemente a la sociedad colombiana, el Apartheid social cada
vez es más amplio, los sectores oligárquicos más enriquecidos, las clases
medias más empobrecidas y los sectores populares más pauperizados.
La
línea de equilibrio en Colombia es una línea cada vez más anormal, ello
estimula la violencia; sin embargo, la violencia de hoy ha sido alimentada con
mucha profundidad por el fracaso del modelo neoliberal; desde el gobierno de
Cesar Gaviria Trujillo, que a ojos cerrados obedeció los mandatos de la Cumbre
para las Américas y la Estrategia para las Américas, que ordenó los procesos de
privatización para América Latina, el impacto neoliberal en la economía
colombiana, además de generar un millón de pobres más, lo que hizo fue
debilitar el Estado; él se encuentra en una crisis fiscal como efecto de su
aislamiento de la actividad económica, eso unido al endeudamiento externo o
upaquización del país y a la crisis cafetera que se prolongó desde 1989 hasta
1994, generó una nación de miseria en la década del noventa disparando los
índices de violencia, de inconformidad e inestabilidad que se prologódurante el
siglo XXI; en los noventas marchamos paralelo a una operación matemática
nefasta: modelo neoliberal+crisis
cafetera+crisis de la clase media=explosión conflictiva fuerte que determinó un
siglo XXI pleno de conflictos.
Políticamente
tendríamos que sumar, el autoritarismo político+hegemonía de la doctrina de la
seguridad nacional+fortalecimiento del paramilitarismo= sociedad totalmente
inestable. Con ello digamos que el factor económico también ha influido
ampliamente en la inestabilidad social.
Hay que tener en cuenta otros actores violentos, el fenómeno del
satanismo ha influido en la generación de ciertas formas de violencia que se ha
manifestado con fuerza especialmente en ciudades de la costa, Pereira, Cali y
su crueldad es factor de miedo, así este es otro problema nuevo unido a las
demás formas que conocemos que se propagan en los espacios urbanos con una
verdadera rapidez.
Uno
podría hacer un análisis de la violencia haciendo alusión a la cultura
tradicional de los sexos; por ejemplo la masculinidad, se ha asociado a la
agresividad; el hombre macho tradicionalmente es un hombre violento y las
mujeres interpretan así esa forma de comportamiento
del
hombre; la discriminación contra la mujer en Colombia, lo que ha hecho es
generar una mujer desprotegida, totalmente débil, que busca un varón violento para que la
proteja, de ladrones, de agresores de todo tipo; lo primero que aprecia la
mujer en el hombre es el hecho de que sea violento. Pero la mujer en Colombia, no se ha asociado
a la violencia, anda en tacones, es delicada y se presenta como una pacifista,
espera que el macho la proteja; sin embargo, ella se ha venido lenta y
paulatinamente involucrando en formas de violencia que van desde las riñas personales, la delincuencia común, la
guerrilla y desde la década del ochenta, el Estado ha involucrado a la mujer en
la lucha contrainsurgente y represión policiaca.
Hay
multitud de formas para analizar el fenómeno, si queremos explorar el problema
en Colombia hay que hacer un balance histórico de la cultura del hombre
colombiano y por otro lado un estudio de la segregación social, medir el grado
de conflictividad y de Apartheid social, para establecer la causalidad
estructural. En Colombia los grados de
Apartheid social son elevados más que en muchas sociedades de América Latina,
somos en síntesis uno de los países en donde mayor desigualdad social existe,
es decir, menor cantidad de clase media; ello ha generado un grado de
conflictividad supremamente amplio; también las características del régimen
político, del Sistema de Partidos la forma de gobierno es un factor
trascendental y de importancia para aprender a analizar las causas de la
violencia; los fenómenos culturales son también generadores de conflictos
violentos, Colombia por tradición ha sido una sociedad racista, allí donde su
ubican los afrodescendientes y los indígenas están las zonas más
desequilibradas del país.
Una
cosa es las causas y otra los tipos de violencia; hemos diseñado un mapa, que
hemos denominado circuito "Inés", para analizar la violencia:
Existen tres dimensiones de la
violencia, la primera es la violencia en la dimensión simple, la segunda en la
media y la tercera en la compleja; siempre la violencia esta presente como un
arquetipo natural en una u otra dimensión o combinándose; lo que sucede es que
la direccionalidad de ella y sus objetivos, se van transformando también de lo
simple a lo complejo; en la dimensión simple el hombre la utiliza para cosas
simples, se nota fundamentalmente en los niños, en las riñas o en la violencia
verbal. Las observaciones básicas que se han hecho sobre el comportamiento
infantil establecen que los niños pelean, no porque les enseñen a pelear, sino
por instinto, como lo hacen las crías de las fieras salvajes, se disputan
cosas, esa es una dimensión simple de la violencia; aquí la violencia tiene
metas circunstanciales, que no tienen ningún objetivo supremo, disputarse
poderes simples o bienes simples. En la dimensión media, la violencia se hace
más organizada, allí se utilizan
instrumentos que antes no se
utilizaban, para dañar, herir, matar o atemorizar, bajo metas que van desde la
defensa de códigos de honor, las envidias, hasta la defensa de poderes
territorales, que no representan en sí poder político, no son de mucha
importancia para la sociedad global; disputas por amores, dinero, pequeños
dominios territoriales.
La
dimensión compleja tiene metas mucho más trascendentales; nos encontramos con
los grandes ejércitos, grupos guerrilleros, paramilitares, que quieren
transformar o reproducir el orden, aquí se utilizan medios e instrumentos
supremamente sofisticados; los grandes ejércitos defienden constituciones,
Estados, intereses de clase; si en el nivel simple no hay instrumentos de violencia,
en el segundo, el revolver y el puñal, en el tercero son los aviones
supersónicos, los AK-47, las ametralladoras
y los tanques de guerra; el circuito presentado anteriormente explica
cómo los diferentes niveles sé interrelacionan directamente y las líneas
discontinuas señalan relaciones indirectas, por ello lo complejo del mundo de
la violencia; encontramos niños utilizando cuchillos para atacar a otros;
jóvenes que utilizan armas sofisticadas del nivel tres dentro de la violencia
del nivel 2, como en Estados Unidos.
En
América Latina existen dos países que contienen los tres mundos de la
violencia, México, Colombia y Perú, son países que reflejan la necesidad de
cambios estructurales profundos; cuando la violencia se convierte en un
problema, ósea, las cifras de la violencia son muy significativas, tanto que
descomponen la sociedad, hay que considerar dos grandes problemas; en primer
lugar, las estructuras sociales, cuando se presentan los tres mundos ello
significa que las estructuras sociales están generando el ascenso de los
niveles de conflictividad; la primera decisión debe ser los cambios
estructurales y con ello la posibilidad de crear un medio ambiente social más
adecuado para que disminuya la violencia.
En
segundo lugar, pensar acerca de las acciones pedagógicas; cuando esos niveles
de violencia son tan elevados las acciones pedagógicas son ineficientes e
ineficaces; ello es notable y característico en las sociedades capitalistas,
más en la época del neoliberalismo, en el que el conocimiento tecnicista, opaca
la sensibilidad social, la debilidad en la enseñanza de las Ciencias Sociales y
humanas agrava el problema; ello contribuye a generar ciudadanos insensibles,
inconscientes y violentos; las mismas normas capitalistas que sobrepone lo utilitario
por encima de lo moral estimulan los hombres violentos.
Habría
que generar acciones pedagógicas mucho más eficientes, hacer una transformación
profunda del aparato educativo y sobre todo hacer una evaluación de la
educación humanística y de las Ciencias Sociales. Los instrumentos de la
violencia son los que determinan la intensidad del daño que se va a hacer, ósea
la profundidad de la violencia; la profundidad determina el grado de
inestibilidad social y este la incidencia de la violencia en la sociedad, por
ello este método es original y se aparta de aquellos que clasifican la
violencia desde los espacios. Entre los mundos de la violencia, existe una
compleja correlación que ya hemos establecido y también una relación de
convivencia; en una sociedad pueden coexistir diversos mundos y ello determina
las características de la violencia en dicha sociedad; el gráfico 2, señala esa
correlación que denominamos la espiral de violencia en la sociedad; de lo
superior a lo inferior, podemos establecer las siguientes espirales:
1. Espiral de violencia significativa: son aquellas sociedades en donde coexisten
los tres mundos de la violencia; desde el punto de vista médico-social, se
encuentra en cuidados intensivos; representan sociedades ampliamente inestables
o en riesgo hacia la inestabilidad total; en América Latina podemos mencionar a
México, Perú y Colombia.
2. Espiral de violencia moderada: en ella coexiste el mundo 1 y el 3; desde el
punto de vista de las naciones, es escasa, pero puede encontrarse en aquellas
regiones de un país, en donde existe conflictividad armada tres y no hay rasgos
de violencia de la delincuencia común, como en los Llanos Orientales de
Colombia.
3. Espiral de violencia limitada: coexisten los mundos 1 y 2 a excepción de los
tres países en mención, el resto de los países de América Latina, se pueden
clasificar en este grupo.
4. Espiral de violencia insignificante: representa un momento en el cual solo se
encuentra la violencia del mundo 1 como la hegemónica.
Esta
metodología de análisis puede ser aplicable tanto al análisis de la violencia
en espacios nacionales, regionales, locales y aún microlocales; el país, la
región, la ciudad, los barrios o conjuntos de ellos.
Finalmente
presentamos una de las clasificaciones más completas de las causas de la
violencia, conectada a cada uno de estos mundos; para la clasificación de las
causas del mundo 1 y 2, advertíamos que nos hemos respaldado en la teoría de la
acción colectiva de Jon Elster: